La Princesa Iria, de regalo al general a símbolo de la alianza íbera
Foto: Víctor Fernández
Entre los rehenes figuraba la princesa Iria, hija del rey íbero Cástulo, y prometida del príncipe Alucio.
La princesa, de cautivadora belleza, fué separada de los rehenes y reservada como regalo al joven general Escipión por sus hombres, pero, en una gran decisión política, el general romano la puso bajo la protección de una escolta de oficiales de probado juicio y le concedió la libertad, para entregarla finalmente a su prometido.
Este acto es conocido como “la continencia de Escipión”.
La princesa, de cautivadora belleza, fué separada de los rehenes y reservada como regalo al joven general Escipión por sus hombres, pero, en una gran decisión política, el general romano la puso bajo la protección de una escolta de oficiales de probado juicio y le concedió la libertad, para entregarla finalmente a su prometido.
Este acto es conocido como “la continencia de Escipión”.