Aníbal Barca
247 a.C., Norte de Africa - 183/181 a.C., Lybissa Bithynia.
General carthaginés, uno de los grandes lideres militares de la antigüedad, dirigió las fuerzas carthaginesas contra Roma en la Segunda Guerra Púnica (218 – 201 a.C.).
Hijo de Amílcar Barca, un prestigioso general carthaginés que se había distinguido por sus éxitos contra los romanos en Sicilia y sus victorias en el norte de África contra los mercenarios sublevados, y que introdujo a los carthagineses en la península Ibérica (237 a.C.). Llegó a Hispania con su padre a los 10 años y a la muerte de su cuñado Asdrúbal el Bello le sucedió como estratega con la edad de 26 años. Ese mismo año llegó hasta Salamanca y se consumó la conquista de gran parte de la península por los púnicos.
Afianzado el dominio cartaginés en la península, el principal objetivo de Aníbal era el de preparar la guerra contra Roma, para equilibrar la situación en la que había quedado Carthago tras ser derrotada en la Primera Guerra Púnica. Para luchar contra los romanos Aníbal reunió a su alrededor, en Qart Hadas (Cartagena) a los jefes de los pueblos hispánicos, mercenarios iberos y celtas. En el 219 a.C. Aníbal conquistó Sagunto, ciudad aliada de Roma, y cruzó el río Ebro, que siete años antes había sido fijado como límite de las influencias cartaginesas y romanas en el territorio peninsular. Esto significó el inicio de la Segunda Guerra Púnica.
Aníbal decide no esperar la llegada del ejército romano y en el 218 a.C. atraviesa el río Ebro, uniendo a su ejército las tribus que va encontrando más adelante. Conocedor de que el ejército romano ya estaba en Marsella decide evitarlo y coge el camino más largo y penoso: atravesar los Alpes. A finales del 218 ya estaba en Turín con 20.000 infantes, 6.000 hombres a caballo y varios elefantes. El ejército romano tuvo que dar marcha atrás desde
Marsella. Les derrotó en la Batalla de Trevia. Aníbal sigue su camino hacia el sur y le sale al encuentro el cónsul Flaminio, al que derrota en la batalla del lago Trasimeno. En el 216 volvió a inflingir una terrible derrota al ejército romano en la batalla de Cannas. En ese momento Aníbal tiene dos opciones: lanzarse sobre Roma o esperar refuerzos. Opta por lo segundo, lo que le lleva a buscar salidas en Italia mientras espera la llegada de su hermano Asdrúbal.
La situación se vuelve delicada cuando los romanos toman el control marítimo, impidiendo la llegada de refuerzos por mar. Asdrúbal sale de Hispania en ayuda de su hermano pero no consigue llegar al ser derrotado en Metauro en el 207. Es decir, Aníbal se ha pasado nueve años en Italia sin ser derrotado y sin recibir refuerzos. La pérdida de Hispania y la falta de apoyo de las ciudades grecolatinas le dejó en una situación delicada que fue aprovechada por Escipión para desembarcar en África. Carthago mandó llamar a Aníbal a defender la ciudad y los dos ejércitos se encontraron en Zama (202 a.c.), siendo derrotado allí Aníbal.
En el 197 y 196 a.C. fue elegido Sufete y bajo su magistratura se llevaron a cabo importantes reformas administrativas, los oligarcas de Carthago lo consideraron un peligro y lo denunciaron a Roma como conspirador. Aníbal huyó a Tiro (195 a.c.), donde luchó contra Roma bajo el reinado de Antíoco III el Grande. Discrepancias entre Aníbal y el rey le llevaron a refugiarse en Creta, Fenicia y Armenia. Más tarde se asiló en Bitinia donde, traicionado por el rey Prusias, se suicidó cuando iba a ser entregado a los romanos.
Para descargar la biografía de Aníbal contada por Juan Antonio Cebrián pulsa aquí.
En nuestra galería puedes encontrar la superproducción de la BBC Aníbal, el peor enemigo de Roma.
General carthaginés, uno de los grandes lideres militares de la antigüedad, dirigió las fuerzas carthaginesas contra Roma en la Segunda Guerra Púnica (218 – 201 a.C.).
Hijo de Amílcar Barca, un prestigioso general carthaginés que se había distinguido por sus éxitos contra los romanos en Sicilia y sus victorias en el norte de África contra los mercenarios sublevados, y que introdujo a los carthagineses en la península Ibérica (237 a.C.). Llegó a Hispania con su padre a los 10 años y a la muerte de su cuñado Asdrúbal el Bello le sucedió como estratega con la edad de 26 años. Ese mismo año llegó hasta Salamanca y se consumó la conquista de gran parte de la península por los púnicos.
Afianzado el dominio cartaginés en la península, el principal objetivo de Aníbal era el de preparar la guerra contra Roma, para equilibrar la situación en la que había quedado Carthago tras ser derrotada en la Primera Guerra Púnica. Para luchar contra los romanos Aníbal reunió a su alrededor, en Qart Hadas (Cartagena) a los jefes de los pueblos hispánicos, mercenarios iberos y celtas. En el 219 a.C. Aníbal conquistó Sagunto, ciudad aliada de Roma, y cruzó el río Ebro, que siete años antes había sido fijado como límite de las influencias cartaginesas y romanas en el territorio peninsular. Esto significó el inicio de la Segunda Guerra Púnica.
Aníbal decide no esperar la llegada del ejército romano y en el 218 a.C. atraviesa el río Ebro, uniendo a su ejército las tribus que va encontrando más adelante. Conocedor de que el ejército romano ya estaba en Marsella decide evitarlo y coge el camino más largo y penoso: atravesar los Alpes. A finales del 218 ya estaba en Turín con 20.000 infantes, 6.000 hombres a caballo y varios elefantes. El ejército romano tuvo que dar marcha atrás desde
Marsella. Les derrotó en la Batalla de Trevia. Aníbal sigue su camino hacia el sur y le sale al encuentro el cónsul Flaminio, al que derrota en la batalla del lago Trasimeno. En el 216 volvió a inflingir una terrible derrota al ejército romano en la batalla de Cannas. En ese momento Aníbal tiene dos opciones: lanzarse sobre Roma o esperar refuerzos. Opta por lo segundo, lo que le lleva a buscar salidas en Italia mientras espera la llegada de su hermano Asdrúbal.
La situación se vuelve delicada cuando los romanos toman el control marítimo, impidiendo la llegada de refuerzos por mar. Asdrúbal sale de Hispania en ayuda de su hermano pero no consigue llegar al ser derrotado en Metauro en el 207. Es decir, Aníbal se ha pasado nueve años en Italia sin ser derrotado y sin recibir refuerzos. La pérdida de Hispania y la falta de apoyo de las ciudades grecolatinas le dejó en una situación delicada que fue aprovechada por Escipión para desembarcar en África. Carthago mandó llamar a Aníbal a defender la ciudad y los dos ejércitos se encontraron en Zama (202 a.c.), siendo derrotado allí Aníbal.
En el 197 y 196 a.C. fue elegido Sufete y bajo su magistratura se llevaron a cabo importantes reformas administrativas, los oligarcas de Carthago lo consideraron un peligro y lo denunciaron a Roma como conspirador. Aníbal huyó a Tiro (195 a.c.), donde luchó contra Roma bajo el reinado de Antíoco III el Grande. Discrepancias entre Aníbal y el rey le llevaron a refugiarse en Creta, Fenicia y Armenia. Más tarde se asiló en Bitinia donde, traicionado por el rey Prusias, se suicidó cuando iba a ser entregado a los romanos.
Para descargar la biografía de Aníbal contada por Juan Antonio Cebrián pulsa aquí.
En nuestra galería puedes encontrar la superproducción de la BBC Aníbal, el peor enemigo de Roma.