La toga virilis (acto de campamento)
El Cuestor Cayo Flaminio oficia la ceremonia por la que los jóvenes son inscritos en el Tabularium y se les declara ciudadanos romanos de pleno derecho, al haber alcanzado la mayoría de edad.
En la Roma antigua, a los 17 años (aunque esta edad se fue reduciendo paulatinamente hasta los 14), los jóvenes celebraban oficialmente su mayoría de edad. Generalmente la celebración tenía lugar el 17 de marzo, día de los liberari.
Se reunían los pater familias y los miembros del consilium domesticum y se acordaba declarar púber al joven: su padre reunía a sus esclavos, libertos, clientes, familiares y amigos, usando toda su influencia pra hacer que la escolta de su hijo fuera numerosa e imponente y acompañaban al joven al Tabularium, donde se le inscribía en el registro y se procedía a las felicitaciones formales.
Tras eso, se dirigían a la principal plaza pública o Forum, donde le despojaban de la toga praetexta (ropa que llevaban los chicos durante su niñez, las muchachas hasta el matrimonio y los sacerdotes y magistrados principales en las ceremonias públicas y que era de color blanco con una banda de color púrpura). Dicha toga era ofrecida a los dioses familiares.
Se le imponía entonces la toga virilis o toga libera, confeccionada con lana virgen blanca o crema claro de alta calidad y que lucían los ciudadanos de bien, los artesanos y hasta los pobres, que las llevaban de lana de color oscuro. Simbolizaba su ingreso en la comunidad política como ciudadano romano.
A continuación se subía al Monte Capitolino donde se realizaba una ofrenda. Finalmente se regresaba a casa donde un gran banquete era organizado esa noche por el padre en honor del nuevo ciudadano romano, tomando parte en él familia y amigos del adolescente.
A partir de ese momento podía participar en las elecciones, acceder a la magistratura o carrera política, realizar negocios y enrolarse en la milicia. El nuevo ciudadano romano también tenía que pagar impuestos, hablar en latín y estar disponible oara ejercer de jurado.
El acto se desarrolla en un clima distendido en el interior del campamento de los Rehenes, que obsequian a los presentes con algún dulce y algo de bebida.
Galería de fotos: Fotos Martos (www.imagenesdecartagena.es)
En la Roma antigua, a los 17 años (aunque esta edad se fue reduciendo paulatinamente hasta los 14), los jóvenes celebraban oficialmente su mayoría de edad. Generalmente la celebración tenía lugar el 17 de marzo, día de los liberari.
Se reunían los pater familias y los miembros del consilium domesticum y se acordaba declarar púber al joven: su padre reunía a sus esclavos, libertos, clientes, familiares y amigos, usando toda su influencia pra hacer que la escolta de su hijo fuera numerosa e imponente y acompañaban al joven al Tabularium, donde se le inscribía en el registro y se procedía a las felicitaciones formales.
Tras eso, se dirigían a la principal plaza pública o Forum, donde le despojaban de la toga praetexta (ropa que llevaban los chicos durante su niñez, las muchachas hasta el matrimonio y los sacerdotes y magistrados principales en las ceremonias públicas y que era de color blanco con una banda de color púrpura). Dicha toga era ofrecida a los dioses familiares.
Se le imponía entonces la toga virilis o toga libera, confeccionada con lana virgen blanca o crema claro de alta calidad y que lucían los ciudadanos de bien, los artesanos y hasta los pobres, que las llevaban de lana de color oscuro. Simbolizaba su ingreso en la comunidad política como ciudadano romano.
A continuación se subía al Monte Capitolino donde se realizaba una ofrenda. Finalmente se regresaba a casa donde un gran banquete era organizado esa noche por el padre en honor del nuevo ciudadano romano, tomando parte en él familia y amigos del adolescente.
A partir de ese momento podía participar en las elecciones, acceder a la magistratura o carrera política, realizar negocios y enrolarse en la milicia. El nuevo ciudadano romano también tenía que pagar impuestos, hablar en latín y estar disponible oara ejercer de jurado.
El acto se desarrolla en un clima distendido en el interior del campamento de los Rehenes, que obsequian a los presentes con algún dulce y algo de bebida.
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